sábado, 14 de enero de 2017

ARTURO GATTI VS MICKY WARD

Inauguramos nueva sección en el blog. En este caso Javier Martín Romo, seguidor y amigo, se encargará de traernos artículos relacionados con el boxeo, tanto histórico como actual. Esperamos que sea de vuestro agrado, y si así es tendréis más. Aquí tenéis su cuenta de Twitter: @romojavi90 


"Estoy convencido de ganar a Micky Ward. En cuanto lo haga, me enfrentaré con Gatti, estoy seguro de que él y yo haremos una gran pelea". Así de contundente se mostró Shea Neary, rival de Ward por el campeonato mundial de los pesos superligeros que se disputaba en Kensington, Londres, corría el mes de marzo del año 2000. Lo que no se le pasaba por la cabeza a Neary era que "Irish" Micky Ward, de 34 años, y con más batallas que Napoleón, le arrebataría por KO técnico el título a éste púgil británico. Lo que tampoco se le pasaba por la cabeza, ni siquiera al propio Micky, es que llevaría a cabo unas de las trilogías más apasionantes, vibrantes y encarnizadas, que yo jamás haya visto encima de un ring, algo verdaderamente fuera de serie.

La primera pelea que hicieron Arturo "Thunder" Gatti y "Irish" Micky Ward fue el 18 de mayo del año 2002 en el Mohegan Sun Arena, un recinto con capacidad para 10.000 espectadores en Connecticut, EEUU. En un primer momento se celebró esta pelea como de rodaje para Gatti, ya que él se movía ya en la órbita de los títulos mundiales, y ya se había enfrentado con el extraordinario boxeador angelino Óscar de la Hoya. Por lo tanto, se pactó la pelea a la distancia de 10 asaltos, y sin ningún título en juego.

Desde el primer toque de campana comenzaron las hostilidades, Arturo tenía un estilo más técnico, se movía sobre la punta de las botas por todo el entarimado, y colocaba sus manos con potencia y precisión. Por otro lado estaba Ward, algo más alto que Gatti y con un estilo más frontal y una guardia más propia del Muay Thai que otra cosa. Iba caminando hacia delante presionando y aguantando el castigo, lo que provocó que acabara el primer asalto con un corte sobre su ceja derecha.

En el cuarto asalto Arturo Gatti lanza un golpe al cuerpo sobre Ward y éste se va a la lona dando golpes y muestras de dolor. En un principio todos pensábamos que había sido un golpe al hígado, y que por eso se retorcía el bueno de Ward. Pero el propio comentarista Larry Merchant apuntaba una frase que es clave: " I think it was a little bit low", que viene a decir algo así como que en vez de darle al cuerpo le había pegado en todas las partes blandas. Al ver el público la repetición por los vídeomarcadores del recinto, se escuchó un tremendo "Oooohhh". Ésto era signo inequívoco de que, efectivamente, le había metido un gancho en sus partes más nobles. Lo mejor de todo y bajo el asombro de todos es que el árbitro Frank Cappuccino le hizo una cuenta de protección a Ward, que perdió ese asalto por 10-8. Incomprensible.

En el quinto asalto sale Arturo Gatti con ganas de terminar la pelea cuanto antes y comienza a meter golpes durísimos a Ward, que se resiste como puede e intenta también colocar los suyos. Cuando todo parecía que el asalto se lo iba a anotar claramente Gatti, Ward se saca de la chistera una terrible combinación de ganchos de izquierda y de derecha sucesivos, nítidos, perfectos. Una serie de ganchos que hace que Gatti realice algo que no va en su ADN, dar varios pasos hacia atrás hasta toparse con las cuerdas. Gatti estaba completamente desarbolado, Ward estaba en un momento de forma pletórico y después de esos cuatro ganchos le mete un directo de derecha y un gancho al hígado marca de la casa que hace que Arturo esté a punto de perder por KO. Asalto que se anota Ward. Ocurriría lo mismo en el octavo "round", donde dominaría Gatti y en los últimos instantes Ward repite el mismo guión, combinación dura y clara que sirve para remontar un asalto.
Ahora sí, comienza uno de los mejores asaltos del combate, y probablemente de la historia del boxeo. Empieza el noveno asalto, ésta vez es Ward el que coloca un gancho al hígado de los que a él le gustan. Micky Ward era un gran especialista en ese tipo de golpes, lo que hacía primero era pegar a los guantes del rival, como apartándolos, para así dejarse el hueco libre y conseguir meter el gancho contundente a la zona hepática de su adversario. Conclusión: cuenta de protección para Gatti. Parece que el asalto se le va a hacer muy, muy largo...

Gatti consigue ponerse en pie donde cualquier otro boxeador se hubiera quedado en la lona y Ward comienza a meter manos, manos, y más manos. Gatti las aguanta todas y cada una con un coraje y una capacidad de sufrimiento digna de pocos boxeadores que yo haya podido ver. Fin del asalto, Gatti ha conseguido acabar en pie, aunque con claros signos de fatiga debido al castigo recibido.
El décimo y último asalto lo gana claramente Gatti y llegamos a las cartulinas. Los jueces dan como ganador a Ward por decisión mayoritaria. Para mí, en mi opinión, es justo el resultado. Justo porque el árbitro debió para la pelea en el noveno asalto y dar ganador a Ward por KO técnico. Tampoco hubiera sido descabellado el dar combate nulo.

Después de esta pelea, Gatti ganaría los otros dos combates de la trilogía, algo que los entendidos vieron como lógico, ya que era un púgil de más calidad que Ward. Hay algo que explica el respeto, la nobleza y la admiración que tenía Gatti por Ward. Hasta el punto que le pidió, una vez que "Irish" se retiró, que estuviera en su esquina y fuera su segundo entrenador.

Y mientras tanto, no dejamos de lado a Shea Neary, que vió cómo Ward hacía la trilogía con Gatti desde el sofá de su casa, con una buena pinta de cerveza en la mano. Qué bueno que te equivocaste, Shea.









1 comentario:

  1. Grandes líneas, espero que sean las primeras de muchas. Gran artículo.

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