domingo, 18 de mayo de 2014

El sueño de un niño.

Cuando el Madrid era defendido por jugadores de la talla de Salgado, Raúl, Roberto Carlos, Solari, Zidane, etc, un servidor era un niño. Me acuerdo perfectamente de aquella época muy ligada al fútbol, siempre he sido muy futbolero y en mi casa no me perdía un partido de mi equipo, al igual que en las peñas Madridistas. Con una corta edad cuando seguía los partidos del Real Madrid me imaginaba en ese estadio colosal, nuestro Santiago Bernabéu, viendo de cerca a los jugadores, animando a mi equipo, sintiendo el ambiente futbolero que se podía respirar al otro lado de la pantalla y viendo desde abajo del todo un encuentro de mi Madrid sintiéndome parte de la majestuosidad de nuestro templo blanco. Pisé el Bernabéu en varias ocasiones, siempre que he visitado el coliseo ha sido en el tercer anfiteatro, o en el primero. Cuento con una mano las veces que he visto un partido en directo de mi equipo, pero sin ninguna duda la que jamás olvidaré y la que más disfruté, por lo que significaba para mí, es la que viví en el banquillo de la estrellas con Somos Estrellas de Mahou.

Se jugaba el Madrid - Osasuna, nuestro equipo contaba con opciones en Liga y la victoria era obligatoria ese día si el conjunto de Carlo quería seguir peleando por el título. Un 4-0 en el marcador demostró el buen juego de los nuestros. El encuentro lo viví a pie de campo con un ambiente muy cálido en nuestro estadio y con cinco grandes personas. Estar tan cerca de los jugadores te hace sentir más aun parte del equipo y del Madridismo. El ambiente fue único, el público no cesó de animar sabiendo que a los pocos días el Madrid se jugaba el pase a la final frente al Bayern Munich. Siempre es impresionante ver como se saludan el fondo norte y el fondo sur del Bernabéu, pero a pie de campo se me erizaban los pelos y un hormigueo recorría mi cuerpo cuando se produjo ese instante, estaba viviendo un momento único. Mientras no perdía detalle del partido tan cerca del banquillo blanco, se me venía a la mente ese sueño que tenía desde niño, ver a mis ídolos tan cerca, estar en lo más profundo del Santiago Bernabéu viendo un partido y que, aunque unos años más tarde, estaba cumpliendo en ese mismo instante.
Con el fin del partido pudimos asistir a la rueda de prensa de Carlo Ancelotti, este entrenador es muy de mi agrado y teniéndole a pocos metros corroboré esta sensación. Tipo sensato, cercano, simpático y sobre todo humilde, siempre he pensado que a las celebridades del fútbol les hace distinguirse del resto la humildad.

De ese fin de semana me llevo un precioso recuerdo que no olvidaré nunca. Gracias a Somos Estrellas porque nunca me cansaré de repetirles lo grandes que son. Un abrazo y Hala Madrid!




























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