El equipo blanco se enfrentó al conjunto dirigido por Heynckes en Düsseldford porque este estadio albergaba más capacidad. Con una temperatura bajo cero y un terreno de juego prácticamente helado nuestros jugadores perdieron por un 5-1.
En el partido de vuelta el Real Madrid no podía contar con Sanchís que estaba lesionado, ni con Gordillo, Chendo y Hugo Sánchez que cumplían sanción. El conjunto de Chamartín necesitaba ganar por un 4-0 o por una diferencia de 5 goles en el caso de que los Alemanes anotaran en el estadio Santiago Bernabéu.
Los jugadores bajo el mando de Luis Molowny, y el apoyo de una afición que cumplía el cargo del jugador número 12 y agrandaba el mito del miedo escénico en el estadio de Chamartín, salieron a por todas confiados en que la remontada blanca se produciría y de que esa noche ese grupo de jugadores marcarían una huella en la bonita historia del Real Madrid. Con dos goles de Valdano y otros dos tantos de Santillana, uno de ellos en el minuto 89, el equipo de la Capital española sentenció el partido y con ello el pase a cuartos de final.
Si este equipo en 1985 fue capaz gracias a una técnica brillante, a una lucha descomunal, y sobre todo a los huevos que pusieron sobre el terreno de juego, hoy en día el Madrid puede volver a conseguir la gesta y a demostrar que por algo somos un conjunto lleno de historia, y que el factor campo con un estadio que debe animar sin parar puede empujar al equipo a lo que sería una remontada para la historia del fútbol... Que vuelva la Casta... Hala Madrid!
Muy buena entrada. Esperemos que el Real Madrid remonte. Todos confiamos en él, muy grande.
ResponderEliminarHay que echarle huevos. Se puede. Somos el Real Madrid.
Halá Madrid y Halá Raúl.