domingo, 13 de octubre de 2013

El día que Raúl mandó callar al Camp nou...

Raúl González Blanco mandó callar al Camp Nou, silenció a una grada entera. Lo hizo después de un partido polémico y tras conseguir hacer un espectacular encuentro que le alzaría aún más para tocar la gloria.

Por aquel entonces y con tan sólo 22 añitos, Raúl llevava unos números que a muchos veteranos y ya retirados, les hubiera gustado firmar en su carrera. Después de alzar la copa de Europa al cielo de Amsterdam, de celebrar la Intercontinental en Tokio o la liga en Cibeles, Raúl no se podía quitar de la cabeza esas ganas "Locas" que tenía de marcar un gol y ganar a su eterno rival en el Camp nou. Hacía 16 años que el Madrid no ganaba un partido al Barça en la ciudad condal.

Raúl aquella noche de octubre vivió un encuentro glorioso. No conocía lo que era marcar en partido de liga en el Camp Nou, lo había conseguido en partido de Supercopa pero quería desquitarse de esa espina clavada de hacerlo en la competición nacional. Aquella noche no marcó uno, sino que fueron dos tantos los que servirían para conseguir el empate ante un Barça que venía muy subidito y con la etiqueta de superior, demostrando el Madrid en aquel partido que podía plantar cara a su eterno rival. El primer gol de la noche para el "7" llegó después de un centro al primer palo que el propio Raúl remató con acierto al fondo de la red. Raúl explicaba al final del partido: "Era un tanto que merecíamos, lo estábamos buscando, tengo ganas de verlo por televisión".
Ese momento de alegría máxima duró dos minutos, los que le bastaron a Rivaldo para marcar el gol del empate. Con la igualada en el marcador el por entonces entrenador del Barcelona, Van Gaal imprimió a los suyos mas presión para que consiguieran adelantarse. Tras la reanudación Figo que hizo caso a su entrenador adelantó al Barça con un tanto que puso en pie a todo el Camp Nou. El partido contó con una expulsión merecida de kluivert y con una acción que daría que hablar, la de Sergi evitando un gol de Anelka con la mano que no supuso ninguna sanción.

Raúl esa noche sacó a relucir la casta que le caracterizaba, además había hecho ganar a su equipo varios partidos. Fue en el minuto 85 de juego, cuando se produciría una de las imágenes que el Madridismo y el mejor "7" de la historia del fútbol nunca olvidará. Cuando Raúl marcaba el gol del empate y se llevaba el dedo a la boca para mandar callar a un afición que había proferido insultos aquella noche al Capitán Madridista, "Estaban haciendo unos cánticos en contra mía y es un gol de alguna manera dedicado a ellos". Con el empate el Madrid se ganó el respeto sobre el terreno de juego callando como lo hizo Raúl, muchas bocas después de que muchos sectores daban por vencedor aquella noche al eterno rival antes del comienzo del partido.

Nunca olvidaremos este gesto del Eterno Capitán. Gracias Raúl... Hala Madrid!